Pareidolia: cuando los objetos tienen rostro, explicado por la ciencia
Pareidolia:
cuando los objetos tienen rostro, explicado por la ciencia
¿Te parece ver una
cara en el suelo? Se cree que ocurre cuando algunas partes del cerebro procesan
información visual y sacan conclusiones antes que el resto, y es fundamental.
El que diga que
nunca le ha pasado sin duda miente: caminas por la calle y ves una cara
dibujada en el suelo, o quizá te parece vislumbrar un animal entre las nubes, o
un monstruo en esa mancha tan rara que ha aparecido en la pared, esa característica
que los seres humanos tenemos de ver rostros en muchos objetos inanimados o
superficies tiene un nombre: pareidolia. Es tan común que en más de una ocasión
hemos confundido objetos colocados al azar en la superficie de Marte con
extraterrestres. Y tampoco hace falta irse tan lejos, aunque muchos adeptos a
la parapsicología aseguran que las caras de Bélmez son un fenómeno paranormal,
otros prefieren hablar de esas raras pigmentaciones como otro caso más de
pareidolia. Sin duda, se trata de una característica del ser humano tan
peculiar que la ciencia lleva estudiándolo durante mucho tiempo. Se cree que
ocurre cuando algunas partes del cerebro procesan información visual y sacan
conclusiones antes que el resto. No se trata de una habilidad única en los
seres humanos, se ha descubierto que los monos. Según opina, el intentar no
solo ver una cara sino leer la información 'escrita' en ella podría ayudarnos a
resolver cómo se procesan los objetos que producen pareidolia dentro de nuestro
cerebro.
Pero ¿de qué sirve
realmente ver caras donde no las hay?
Según Palmer y su
equipo, de mucho. La pareidolia refleja el procesamiento de información en
mecanismos sensoriales de nivel superior en el sistema visual, que generalmente
se usan para leer estados emocionales en los rostros (eso nos sirve para
entender si alguien está feliz, triste o enojado). "Es una capacidad
extremadamente importante", explica Palmer, "dado que las caras
revelan muchas cosas y existe una ventaja evolutiva en ser eficiente leyendo
rostros. No solo es importante de una manera social, sino para detener a los
depredadores. Por tanto, cuantas más caras veamos (aunque se trate de un dibujo
en una puerta), mejor para nosotros". En otras palabras, es mejor tener un
sistema muy sensible, que detecte muchos rostros (aunque algunos de ellos sean
falsos) a uno que no pueda identificarlos todos.
Algunos casos
famosos de pareidolia
- ·
Es frecuente que, cada poco meses,
alguien crea haber vislumbrado vestigios de vida en la superficie de Marte.
Desde pirámides hasta el Bigfoot, que resulta que se pasea por ahí, pasando por
sirenas o incluso ratones, parece que viven multitud de peculiares seres. Lo
cierto es que, hoy, no hay ninguna certeza que muestre que son algo más que
rocas erosionadas y casos de pareidolia. Estos son algunos ejemplos:
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Cidonia. Una región en el planeta
que, fotografiada desde el espacio, alberga zonas que se asemejan a caras.
Algunas personas han querido ver en ella una demostración de vida marciana e
incluso ruinas de una antigua ciudad.
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El supuesto rostro del 'dios
asirio'. Hace años, el Rover Opportunity de la NASA envió la imagen de una roca
que se asemeja a Nabu, dios de la sabiduría y de la escritura, una deidad
mesopotámica. La imagen fue tomada en un lugar llamado 'Concepción Crater'.
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La cabeza de una guerrera. De
nuevo, otra fotografía mostró lo que parece el perfil de lo que podría ser la
estatua de una guerrera egipcia.
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